Noelia Villena
¿El feminismo está de moda? Beyoncé canta al ritmo de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie y se menea frente a un gigante FEMINIST en letras de neón, actrices como Keira Knightley o Jane Fonda denuncian públicamente la discriminación que sufren respecto a sus compañeros varones en la industria del cine y ... ¿Quizá el público sepa quién es Emma Watson y no Malala? Dejando a un lado las perversidades del marketing, parece que podemos afirmar que algo se mueve.
Carteleras de cine, festivales de música, programación de museos. La presencia de mujeres es escasa, a veces anecdótica. Por ello cada vez surgen más colectivos como ARTEMISIA, un grupo de mujeres vinculadas al mundo de la cultura y afincadas en Gran Canaria que buscan promover la presencia equilibrada de mujeres y hombres en la oferta artística y cultural. Después de llevar a cabo numerosas acciones en pro de la visibilidad del trabajo de las artistas en la isla, se hace pública la esperada noticia: por primera vez, la dirección artística del museo grancanario CAAM se compromete con la igualdad. La nueva convocatoria pública para cubrir la plaza de dirección del museo obliga a que la nueva candidatura "contemple iniciativas destinadas a favorecer la promoción específica de las mujeres en la cultura y a promover la presencia equilibrada de mujeres y hombres en la oferta artística y cultural".
¿Pero por qué sucede dicha desigualdad? ¿Qué factores son los que llevan a las mujeres a ser apartadas de sus carreras profesionales? Quienes hemos trabajado en el campo de la Igualdad y la Perspectiva de Género sabemos que la respuesta no es sencilla. No se trata de buscar culpables o inocentes, sino de hacer una revisión profunda de nuestro valores y comprender que vivimos en un sistema heredero de la cultura machista de antaño. Emilia Martín Fierro, profesora de la Facultad de Bellas Artes de la ULL, reconoce que la maternidad supuso un frenazo en su ritmo de trabajo artístico, que se extendió a una década apartada del ambiente de exposiciones. Considera que actualmente conciliar la maternidad con el desarrollo profesional como artista es más llevadero que hace años, pero no lo suficiente. ¿Y cómo es conciliar hoy día la maternidad con una vida como artista? Raquel Ponce, madre de un bebé de 9 meses, afronta el reto llena de positividad, “soy de las que opino que siempre si se quiere, se puede”. Se dedica al mundo de la danza, el teatro y las artes visuales, actividades que además combina con su profesión como entrenadora personal y de pilates. “Ser artista tiene una ventaja: en mi obra mando yo... ya ando pensando en cómo integrar a mi hijo en mis creaciones videográficas y escénicas”, afirma.
María Laura Benavente, artista, fotógrafa y diseñadora, considera que el de la conciliación es un camino lleno incompatibilidades y elecciones, “… muchas cosas en mi profesión fueron más lentas porque decidí ese camino”. Es madre desde hace 18 meses y admite que la flexibilidad que le otorga el trabajo como autónoma, de algún modo, le está facilitado la conciliación, aunque bajar el ritmo de trabajo tenga sus costes económicos. De haber trabajado en otro ámbito, quizá la conciliación hubiera sido más complicada en otro sentido: “En ningún caso 4 meses de baja me parece razonable (ni con las 2 horas de lactancia), menos cuando se debería apoyar la lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses. Una mujer que esos meses consiga tener una jornada de 8 horas y continuar con la lactancia es una heroína, eso sin contar el factor emocional. Tener que dejar a un hijo de 4 meses en la guardería me parece de una violencia emocional que no puedo describir”.
María Requena también trabaja por cuenta propia como artista y diseñadora, aunque a diferencia del resto, su pareja sentimental Isra Pérez también es su pareja artística, ambos son Pérez y Requena. Afirma que su vida familiar y laboral van de la mano, así que desde que se estrenaron como padres hará cosa de un año, la conciliación la están trabajando juntos. “Es complicado pero imagino que no más que para el resto”, comenta al respecto. Para ella ser parte activa del tejido cultural de su ciudad es una cuestión de actitud, “de mantener un carácter activo y pro positivo en todo momento”.
Madres o no, las mujeres somos en torno al 60% del alumnado en las carreras de Arte y sin embargo, sólo estamos representadas en un 20 o un 30% de las colecciones y programaciones de los museos de arte contemporáneo. Para E. Martín Fierro la solución pasa por tratar de construir otra Historia, para lo que es necesario construir otros parámetros de valor: “Basta ver la reacción generalizada a raíz del bebé de Carolina Bescansa en el Congreso, para que las asociaciones sobre “lo propio” o “impropio” delaten lo que se proyecta sobre un bebé y sobre la maternidad: algo que hay que excluir, esconder o apartar para poder entrar al entorno laboral. Es decir, se entiende por “adecuado” que la mujer haga lo que el hombre ha hecho históricamente y parece olvidarse que esto significa perpetuar valores que excluyeron a la mujer de los sectores laborales de prestigio”.
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