Yo no soy Audrey Hepburn

Sonia Betancort

Put the blame on Mame, boys

gilda

Yo no soy Audrey Hepburn.

No me detengo en tu salón durante años

en un cuadro con marco triste y cristal roto.

Ese cristal inaguantable

que reproduce la leucemia del amor,

esa grieta extravagante, uniforme,

que se agranda con el tiempo

sin que nadie la toque. Ese tajo

que distorsiona los labios de la imagen,

esa imagen frente a la que dos se besan

y que va deshaciendo sus bocas

atravesadas por una enorme guillotina.

 

Yo no soy Audrey Hepburn.

No aparezco en tu infancia

como una actriz de los cincuenta,

ni te tomo de la mano frente a tu casa oxidada,

ni llevo hasta el olvido tu barrio tan doliente

de las afueras de esta ciudad. 


Yo no soy esa fotografía,

ni el guion con tachaduras

que nadie verá hasta que hayamos muerto.

Yo no soy la reina de nadie,

ni la princesa Cinderella,

ni un hotel de Las Vegas, con cama de agua,

donde enamorarme tres noches seguidas

de tres muñecos sabelotodo.

No tengo una casa en Roma

ni huyo a caballo en una película,

rodeada de mansiones verdes.

Yo no sé cantar. Ni sobrevivir a una guerra.

Yo no sé vacunar a cien niños de Somalia

ni ver cómo se mueren mis hijos.

 

Sin embargo tú, estúpido,

prefieres acostarte con Gilda

y te levantas conmigo.

Tú, insoportable domador de mi ego,

te levantas teniendo en la mano

el cuerpo que inventé para el imán.

Y todavía me parece ternura eso que haces,

muchacho inoportuno,

cuando desnudas a esta niña con las uñas pintadas.

 

Yo no soy Audrey Hepburn, no soy la funny face,

la sonrisa perfecta, la alquimia, el verano.

No soy la felicidad ni la musa de ningún perfume

ni hablo francés, ni me casaré nunca.

Pero he logrado amarte antes de mi boca,

y créeme que cuando por un escaso minuto

la tibieza de ese amor

recorta ciertas fotografías de su marco,

cuando logro des-disfrazarme,

interrumpir el dramatismo del cristal roto,

cuando me entrego a la escena de salir de mí,

si supieras que sí, estúpido, si supieras.

Si supieras quién soy. 


Poema de La sonrisa de Audrey Hepburn, Madrid, Vaso Roto, 2015.

 

Escribir comentario

Comentarios: 0